La legalidad de los repetidores móviles varía según el país y la región. En muchos lugares, el uso de repetidores móviles está regulado para evitar interferencias con las redes celulares. Algunas regiones exigen que los usuarios obtengan una licencia o aprobación de la autoridad de telecomunicaciones antes de instalar un repetidor. Es esencial verificar las regulaciones locales y consultar con su proveedor de servicios para garantizar el cumplimiento y evitar problemas legales.
Los amplificadores de señal móvil suelen ser seguros cuando se utilizan correctamente. Están diseñados para mejorar la intensidad de la señal y no emiten niveles dañinos de radiación. Sin embargo, la instalación o el uso inadecuado de dispositivos no aprobados pueden causar interferencias con las redes celulares o violar las regulaciones locales. Es importante utilizar impulsores que estén certificados y aprobados por las autoridades pertinentes para garantizar la seguridad y el cumplimiento.
Un repetidor de telefonía móvil funciona captando la señal débil existente desde el exterior a través de una antena externa. Luego, esta señal es amplificada por la unidad repetidora y retransmitida al interior del edificio a través de una antena interna. De esta forma, el repetidor aumenta la intensidad de la señal dentro de su área de cobertura, mejorando la recepción y la conectividad de los dispositivos móviles dentro del edificio.
Un amplificador de teléfono celular, también conocido como amplificador de señal o repetidor, mejora la intensidad de la señal móvil al amplificar la señal celular existente. Consiste en una antena externa que capta señales débiles del exterior, un amplificador que amplifica estas señales y una antena interna que redistribuye la señal mejorada dentro del edificio. Este proceso ayuda a mejorar la calidad de las llamadas, la velocidad de los datos y la conectividad general en áreas con mala recepción.