Ethernet funciona mediante el uso de un protocolo llamado protocolo Ethernet, que forma parte del estándar IEEE 802.3, para facilitar la comunicación a través de una red de área local (LAN). Divide los datos en marcos, que contienen direcciones de origen y destino e información de verificación de errores. Estas tramas se transmiten a través de medios físicos como cables de cobre o fibra óptica, lo que garantiza que los datos lleguen al destino correcto.
Una red Ethernet funciona conectando dispositivos a través de un concentrador, conmutador o enrutador central en una topología de estrella o árbol. Cada dispositivo de la red tiene una dirección de control de acceso a medios (MAC) única, lo que permite una identificación y comunicación precisas. Los datos se envían en tramas y los dispositivos utilizan el protocolo de acceso múltiple Carrier Sense con detección de colisiones (CSMA/CD) para gestionar el acceso al medio de red compartido, evitando colisiones de datos.
Ethernet es generalmente más rápido que WiFi. Las conexiones Ethernet, especialmente aquellas que utilizan estándares modernos como Gigabit Ethernet o 10 Gigabit Ethernet, ofrecen velocidades de transferencia de datos más altas y conexiones más estables en comparación con WiFi. Si bien las velocidades de WiFi pueden verse afectadas por la distancia, las interferencias y la cantidad de dispositivos conectados, Ethernet proporciona velocidades constantes hasta su capacidad nominal máxima.
Ethernet obtiene Internet conectándose a un módem o enrutador que tenga acceso a Internet. El enrutador o módem convierte la señal de Internet del proveedor de servicios en datos que pueden transmitirse a través de la red Ethernet. Los dispositivos conectados a la red Ethernet pueden acceder a Internet a través de esta conexión compartida, beneficiándose de la estabilidad y velocidad de una conexión por cable.
Ethernet transporta datos transmitiendo señales eléctricas u ópticas a través de sus cables. Los datos se codifican en tramas, que se envían a través de la red al destinatario previsto. Estas tramas viajan a lo largo del medio físico y los conmutadores o enrutadores dirigen las tramas a sus destinos correctos. Al llegar al dispositivo de destino, las tramas se vuelven a decodificar en datos, completando el proceso de transmisión.