Solo en la nube se refiere a organizaciones que utilizan exclusivamente servicios de nube pública para sus necesidades informáticas. Este enfoque implica depender completamente de la infraestructura, las plataformas y los servicios de software de un proveedor externo entregados a través de Internet. Los entornos exclusivamente en la nube ofrecen beneficios de escalabilidad, flexibilidad y rentabilidad, lo que los hace adecuados para organizaciones que priorizan la agilidad y no requieren un control estricto sobre la residencia de los datos o el cumplimiento normativo.
La nube híbrida, por otro lado, combina elementos de infraestructuras de nube pública y privada. Permite a las organizaciones organizar cargas de trabajo en centros de datos locales (nube privada) y entornos de nube pública. La nube híbrida ofrece flexibilidad para satisfacer diversos requisitos de cargas de trabajo, lo que permite a las empresas aprovechar la escalabilidad y la innovación de las nubes públicas mientras mantienen el control sobre datos confidenciales o aplicaciones críticas dentro de sus entornos de nube privada.
La seguridad de la nube privada se centra en proteger los datos y las aplicaciones alojadas en los propios centros de datos o la infraestructura de la nube privada de una organización. Las medidas de seguridad en las nubes privadas suelen incluir estrictos controles de acceso, cifrado y recursos de hardware dedicados, lo que proporciona a las organizaciones un mayor control y visibilidad sobre sus datos. Por el contrario, la seguridad de la nube híbrida abarca estrategias y tecnologías que garantizan la protección de datos y aplicaciones en entornos de nube pública y privada. Esto implica implementar políticas de seguridad, estándares de cifrado y controles de acceso consistentes para mantener la postura de seguridad en implementaciones híbridas y al mismo tiempo abordar desafíos únicos, como la transferencia de datos entre entornos.
Un ejemplo de configuración de nube híbrida es una empresa minorista que utiliza una combinación de infraestructura local para almacenar y procesar datos confidenciales de los clientes, como transacciones financieras e información personal, debido a requisitos reglamentarios. Al mismo tiempo, la empresa aprovecha los servicios de nube pública como AWS o Google Cloud Platform para ejecutar aplicaciones y análisis de comercio electrónico escalables para manejar la demanda variable de los clientes durante las temporadas altas de compras. Este enfoque híbrido permite a la empresa mantener el cumplimiento de las regulaciones de protección de datos mientras se beneficia de la escalabilidad y agilidad de la nube para sus aplicaciones orientadas al cliente.
La elección entre nube pública, privada o híbrida depende de requisitos organizacionales específicos, características de la carga de trabajo y objetivos estratégicos. La nube pública ofrece escalabilidad, rentabilidad y alcance global para aplicaciones que no tienen requisitos estrictos de cumplimiento o residencia de datos. La nube privada proporciona mayor control, seguridad y opciones de personalización para cargas de trabajo y datos confidenciales que deben cumplir con estrictos estándares regulatorios o políticas internas. La nube híbrida combina los beneficios de las nubes públicas y privadas y ofrece flexibilidad para optimizar la ubicación de las cargas de trabajo, gestionar los costos y satisfacer diversas necesidades operativas. La idoneidad de cada modelo de nube depende de factores como la sensibilidad de los datos, el cumplimiento normativo, los requisitos de rendimiento y las consideraciones presupuestarias específicas de la estrategia de TI y los objetivos comerciales de la organización.