Generalmente existen tres tipos de migraciones a la nube: lift-and-shift, que implica mover aplicaciones y datos a la nube sin rediseñarlos; cambio de plataforma, donde las aplicaciones se optimizan para entornos de nube pero no se rediseñan fundamentalmente; y reestructuración, donde las aplicaciones se reconstruyen para aprovechar al máximo las funciones y beneficios nativos de la nube.
Las migraciones a la nube generalmente implican tres fases principales: planificación y evaluación, donde se evalúan los sistemas existentes y se desarrolla una estrategia de migración; migración, donde las aplicaciones y los datos se trasladan a la nube; y post-migración, donde los sistemas se prueban, optimizan y mantienen en el nuevo entorno de nube.
La migración de datos en la computación en la nube incluye cuatro tipos principales: migración de almacenamiento, que implica mover datos entre sistemas o formatos de almacenamiento; migración de bases de datos, donde las bases de datos se transfieren a un nuevo entorno de nube; migración de aplicaciones, que incluye mover aplicaciones completas a la nube; y migración de procesos comerciales, que implica trasladar procesos comerciales y flujos de trabajo completos a soluciones basadas en la nube.
En Google Cloud Platform (GCP), las migraciones pueden implicar varios tipos según las necesidades específicas: migración del motor informático para mover máquinas virtuales a GCP; migración de bases de datos, que incluye mover bases de datos como MySQL, PostgreSQL o SQL Server a los servicios de bases de datos administrados de GCP; migración de almacenamiento para transferir datos a las soluciones de almacenamiento en la nube de GCP; y migración de aplicaciones para migrar aplicaciones para que se ejecuten en la infraestructura y los servicios de GCP.