Un repetidor funciona amplificando o regenerando señales para ampliar el alcance de una red o sistema de comunicación. En telecomunicaciones y redes, un repetidor recibe señales de un segmento de una red, las amplifica y las retransmite a otro segmento. Este proceso ayuda a superar la degradación de la señal que se produce a largas distancias o debido a obstáculos como paredes o interferencias. Los repetidores operan en la capa física del modelo OSI, donde aumentan la intensidad de la señal sin interpretar ni modificar los datos. Se utilizan habitualmente en redes cableadas e inalámbricas para ampliar las áreas de cobertura y mejorar la calidad de la señal.
Una red de repetidores consta de múltiples repetidores interconectados para ampliar el área de cobertura de una red. Cada repetidor recibe señales entrantes, las amplifica y las retransmite a segmentos o dispositivos adyacentes. Al colocar repetidores estratégicamente, los administradores de red pueden superar la atenuación de la señal y garantizar una conectividad constante en áreas más grandes o entornos desafiantes. Los repetidores son esenciales tanto en redes cableadas (como Ethernet) como en redes inalámbricas (como Wi-Fi), donde ayudan a mantener la intensidad de la señal y la integridad de los datos en distancias extendidas.
La elección entre un extensor de Wi-Fi y un repetidor depende de los requisitos específicos de la red y de factores ambientales. Generalmente, se prefiere un extensor de Wi-Fi en escenarios donde es necesario extender la cobertura inalámbrica a áreas con señal débil o nula. Los extensores de Wi-Fi normalmente reciben la señal de Wi-Fi existente, la amplifican y la retransmiten para aumentar la cobertura. A menudo incluyen funciones adicionales como soporte de doble banda o múltiples antenas para mejorar el rendimiento en un área más grande. Por el contrario, un repetidor es más simple y amplifica señales sin decodificar ni codificar datos, lo que lo hace adecuado para una extensión sencilla de señales tanto en redes cableadas como inalámbricas.
Los repetidores eléctricos funcionan recibiendo señales eléctricas, generalmente analógicas o digitales, y regenerándolas con su potencia y calidad originales. En los sistemas analógicos, los repetidores amplifican las señales analógicas para compensar las pérdidas en las líneas o cables de transmisión, asegurando una transmisión clara y confiable a largas distancias. Los repetidores digitales regeneran señales digitales, corrigiendo cualquier atenuación o distorsión provocada por la transmisión a largas distancias o mediante múltiples conexiones. Tanto los repetidores analógicos como los digitales desempeñan funciones cruciales en las telecomunicaciones, la radiodifusión y las redes al permitir la transmisión de señales a través de redes extensas sin pérdida de calidad o confiabilidad.
El rango de transmisión de un repetidor depende de varios factores, incluida la intensidad de la señal entrante, la calidad del equipo repetidor y las condiciones ambientales. Generalmente, los repetidores pueden ampliar significativamente las distancias de transmisión amplificando las señales y compensando las pérdidas. En las redes inalámbricas, los repetidores normalmente pueden ampliar la cobertura desde varios cientos de pies hasta varios miles de pies, dependiendo de factores como la potencia de la antena, las bandas de frecuencia utilizadas y los niveles de interferencia. En las redes cableadas, los repetidores pueden regenerar señales a distancias de kilómetros, lo que garantiza una transmisión de datos confiable en infraestructuras de telecomunicaciones y escenarios de redes de larga distancia.