El método nativo de la nube se centra en el desarrollo de aplicaciones específicas para entornos de nube, utilizando arquitectura de microservicios y contenedorización. Este método enfatiza la escalabilidad, la resiliencia y la flexibilidad, aprovechando las tecnologías nativas de la nube para optimizar el rendimiento y la utilización de recursos.
El enfoque nativo de la nube implica crear y ejecutar aplicaciones que utilizan principios de computación en la nube, como la contenedorización, la orquestación y la automatización. Su objetivo es mejorar la agilidad, permitir la integración y entrega continuas y facilitar una implementación y actualizaciones rápidas, alineándose estrechamente con las prácticas de DevOps.
Un ejemplo de una aplicación nativa de la nube es un servicio web implementado como un conjunto de microservicios débilmente acoplados dentro de contenedores administrados por Kubernetes. Cada microservicio realiza una función específica, se comunica a través de API y escala de forma independiente según la demanda.
Los pasos del desarrollo nativo de la nube generalmente incluyen contener aplicaciones, adoptar una arquitectura de microservicios, implementar canales de integración y entrega continua, automatizar la gestión de la infraestructura con herramientas como Kubernetes y optimizar la escalabilidad y resiliencia de la nube.
La estrategia de aplicaciones nativas de la nube implica alinear los procesos, herramientas y arquitecturas de desarrollo con los principios nativos de la nube para maximizar los beneficios de la computación en la nube. Incluye adoptar sistemas distribuidos, aprovechar los servicios gestionados, priorizar la escalabilidad y la tolerancia a fallos y fomentar una cultura de automatización e iteración rápida.