¿Qué es un proxy inverso y cómo funciona?

Un proxy inverso es un servidor que se encuentra entre los clientes y los servidores backend, intercepta las solicitudes de los clientes y las reenvía a los servidores backend apropiados. Opera en nombre de los servidores backend y brinda varios beneficios, como equilibrio de carga, almacenamiento en caché, terminación SSL y seguridad mejorada. Cuando un cliente realiza una solicitud, llega primero al proxy inverso, que luego determina dónde reenviar la solicitud en función de reglas o algoritmos predefinidos. Esta configuración ayuda a optimizar el uso de recursos, mejorar el rendimiento y mejorar la seguridad al proteger los servidores backend de la exposición directa a Internet.

Trabajar con un proxy inverso implica configurarlo para manejar las solicitudes entrantes de los clientes y dirigirlas a los servidores backend apropiados. Los administradores normalmente establecen reglas o configuraciones dentro del proxy inverso para definir cómo se deben manejar las solicitudes, a qué servidores backend enrutar las solicitudes y cómo administrar el equilibrio de carga y el almacenamiento en caché. Los servidores proxy inversos también pueden aplicar medidas de seguridad como filtrar el tráfico malicioso, implementar controles de acceso y cifrar las comunicaciones entre clientes y servidores backend.

Las organizaciones suelen utilizar proxies inversos para mejorar el rendimiento, la escalabilidad y la seguridad de sus aplicaciones web. Son particularmente beneficiosos para manejar cargas elevadas de tráfico al distribuir solicitudes entre múltiples servidores backend, mejorando así la capacidad de respuesta y la confiabilidad. Además, los servidores proxy inversos pueden proporcionar capacidades de almacenamiento en caché para reducir la carga y la latencia del servidor, mejorando el rendimiento general de las aplicaciones para los usuarios finales.

La principal diferencia entre una VPN (red privada virtual) y un proxy inverso radica en su propósito y funcionalidad. Una VPN se utiliza principalmente para establecer una conexión segura y cifrada entre un dispositivo cliente y una red privada, normalmente a través de Internet pública. Crea un túnel privado a través del cual se cifra todo el tráfico de red entre el cliente y el servidor VPN, garantizando la confidencialidad y privacidad. Por el contrario, un proxy inverso no establece una conexión de red privada para clientes individuales, sino que actúa como intermediario entre los clientes y los servidores backend. Se centra principalmente en optimizar el flujo de tráfico, equilibrar la carga, almacenar en caché y mejorar la seguridad de las aplicaciones y servicios web. Si bien tanto las VPN como los servidores proxy inversos pueden mejorar la seguridad, tienen diferentes propósitos y operan en diferentes capas de la red.