La seguridad inalámbrica abarca varias medidas y protocolos destinados a proteger las redes inalámbricas del acceso no autorizado y garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos transmitidos:
La seguridad inalámbrica funciona mediante la implementación de protocolos de cifrado como WPA3 (Wi-Fi Protected Access 3) o WPA2 (Wi-Fi Protected Access 2) para proteger los datos transmitidos a través de redes inalámbricas. Estos protocolos utilizan algoritmos de cifrado avanzados para codificar los datos enviados entre dispositivos y puntos de acceso, garantizando que solo los usuarios autorizados con las claves de cifrado correctas puedan decodificar y acceder a la información. El cifrado evita las escuchas y la interceptación no autorizada de datos confidenciales transmitidos a través de redes Wi-Fi, salvaguardando así la privacidad y la confidencialidad.
La seguridad de la red inalámbrica implica varias capas de protección para defenderse de posibles amenazas y vulnerabilidades:
- Mecanismos de autenticación: requieren que los usuarios y dispositivos se autentiquen antes de acceder a la red. Esto puede implicar contraseñas, certificados digitales o autenticación biométrica para verificar identidades y autorizar el acceso a la red.
- Cifrado: garantiza que los datos transmitidos a través de la red inalámbrica estén cifrados mediante potentes algoritmos criptográficos. El cifrado protege contra el acceso no autorizado y la interceptación al cifrar los paquetes de datos y hacerlos ilegibles para cualquiera que no tenga la clave de descifrado.
- Control de acceso: implementa mecanismos de control de acceso para restringir el acceso a la red según roles de usuario, tipos de dispositivos u otros criterios. Esto ayuda a evitar que dispositivos o usuarios no autorizados se conecten a la red y accedan a información confidencial.
- Segmentación de red: Divide la red en segmentos más pequeños o VLAN (Redes de área local virtuales) para aislar el tráfico y contener posibles violaciones de seguridad. La segmentación limita el impacto de un incidente de seguridad al restringir la comunicación entre diferentes partes de la red.
- Sistemas de prevención y detección de intrusiones (IDPS): supervise el tráfico de la red en busca de actividades sospechosas o patrones de ataque conocidos. IDPS puede detectar y bloquear tráfico malicioso, intentos de acceso no autorizados o anomalías que puedan indicar una violación de seguridad.
Los sistemas de seguridad Wi-Fi funcionan integrando varias medidas de seguridad para proteger las redes inalámbricas y los dispositivos conectados a ellas:
- Estándares de cifrado: los sistemas de seguridad Wi-Fi utilizan estándares de cifrado como WPA3 o WPA2 para cifrar los datos transmitidos entre dispositivos Wi-Fi y puntos de acceso. El cifrado garantiza que los datos permanezcan privados y seguros, incluso si son interceptados por partes no autorizadas.
- Protocolos de autenticación: implemente protocolos de autenticación como WPA3-Enterprise, que utiliza autenticación 802.1X y métodos EAP (Protocolo de autenticación extensible) para verificar las identidades de los usuarios y dispositivos antes de otorgar acceso a la red.
- Configuración segura: configure enrutadores y puntos de acceso Wi-Fi con contraseñas seguras, desactive funciones y servicios no utilizados y actualice periódicamente el firmware para protegerse contra vulnerabilidades y exploits conocidos.
- Monitoreo y registro: monitoree las redes Wi-Fi en busca de actividades sospechosas, intentos de acceso no autorizados o anomalías que puedan indicar amenazas a la seguridad. El registro y la auditoría de eventos de red ayudan a los administradores a rastrear e investigar incidentes de seguridad.
El cifrado inalámbrico protege los datos transmitidos a través de redes inalámbricas codificando información de texto sin formato en texto cifrado mediante algoritmos criptográficos:
- Algoritmos de cifrado: los protocolos de cifrado inalámbricos como WPA3 y WPA2 utilizan algoritmos de cifrado sólidos como AES (Estándar de cifrado avanzado) para codificar los paquetes de datos antes de la transmisión. AES es ampliamente reconocido por su seguridad y eficiencia en la protección de información confidencial.
- Claves de cifrado: las claves de cifrado se utilizan para cifrar y descifrar datos. Las redes Wi-Fi generan y distribuyen claves de cifrado a dispositivos autorizados durante el proceso de autenticación. Sólo los dispositivos que poseen la clave de cifrado correcta pueden decodificar paquetes de datos cifrados.
- Gestión de claves: garantiza la generación, distribución y almacenamiento seguros de claves de cifrado para evitar el acceso no autorizado o el compromiso. Las prácticas eficaces de gestión de claves incluyen la rotación periódica de claves, el uso de métodos complejos de generación de claves y la protección de claves contra divulgación no autorizada.
- Autenticación y protocolo de enlace: antes de establecer una conexión segura, los dispositivos Wi-Fi se someten a un proceso de autenticación y protocolo de enlace. Durante este proceso, los dispositivos intercambian credenciales y negocian parámetros de cifrado para establecer un canal de comunicación seguro utilizando claves y algoritmos de cifrado acordados.