La creación de subredes es el proceso de dividir una red IP grande en subredes más pequeñas, llamadas subredes, para mejorar la eficiencia de la red, optimizar la asignación de direcciones IP y mejorar el rendimiento general de la red. El proceso implica asignar una parte de los bits del host de la red original para crear subredes más pequeñas, cada una con su propia máscara de subred. Esto permite un uso más eficiente del espacio de direcciones IP y facilita una mejor gestión del tráfico y los recursos de la red.
El principio de subredes gira en torno a dividir un espacio de direcciones IP en segmentos más pequeños y manejables para cumplir con requisitos de red específicos. Al dividir una red grande en subredes más pequeñas, la creación de subredes mejora la seguridad de la red, reduce el tráfico de transmisión y permite una administración más sencilla de las direcciones IP. También admite el diseño de red jerárquico, donde las subredes se pueden dividir aún más para adaptarse al crecimiento y mejorar la escalabilidad de la red.
El primer paso en la creación de subredes implica determinar los requisitos de la red y elegir una máscara de subred adecuada. Esta decisión es crucial ya que define el tamaño de cada subred y la cantidad de direcciones de host disponibles dentro de cada subred. La máscara de subred elegida determina cuántos bits se utilizan para la parte de red de una dirección IP y cuántos bits se asignan para las direcciones de host.
El propósito de la subred es multifacético:
- Uso eficiente de direcciones IP: la creación de subredes permite a las organizaciones optimizar la asignación de direcciones IP dividiendo un gran espacio de direcciones IP en segmentos más pequeños adaptados a las necesidades específicas de la red.
- Rendimiento de red mejorado: al reducir el tamaño de los dominios de transmisión y controlar el flujo de tráfico, la creación de subredes mejora el rendimiento de la red y reduce la congestión de la red.
- Seguridad mejorada: la creación de subredes mejora la seguridad de la red al aislar diferentes segmentos de la red y permitir un control más granular sobre el acceso y el flujo de tráfico.
- Escalabilidad: la creación de subredes respalda el crecimiento y la escalabilidad de la red al proporcionar un marco para agregar nuevos dispositivos y adaptarse a cambios en la topología de la red.
Existen principalmente dos métodos de subredes:
- Enmascaramiento de subred de longitud fija (FLSM): en FLSM, cada subred dentro de una red utiliza la misma máscara de subred. Las subredes son del mismo tamaño y se definen en función de la asignación inicial de bits de host del espacio de direcciones de red original.
- Enmascaramiento de subred de longitud variable (VLSM): VLSM permite que las subredes tengan diferentes tamaños mediante el uso de diferentes máscaras de subred dentro del mismo espacio de direcciones de red. Esta flexibilidad permite un uso más eficiente de las direcciones IP y admite esquemas de direccionamiento jerárquico donde las subredes más grandes se pueden dividir en subredes más pequeñas según sea necesario.
Estos métodos brindan a los administradores de red la flexibilidad de adaptar la división en subredes a requisitos de red específicos, garantizando un uso eficiente de las direcciones IP y un rendimiento óptimo de la red.