Una antena puede ser pasiva o activa, dependiendo de si incluye un amplificador interno para amplificar la señal. Las antenas pasivas no tienen amplificación y se basan únicamente en su diseño para recibir señales, mientras que las antenas activas incluyen un amplificador para mejorar la intensidad de la señal.
¿Qué es una antena pasiva?
Una antena pasiva es una antena que no tiene un amplificador interno ni ningún componente alimentado. Se basa en su estructura física y diseño para capturar y transmitir señales de radiofrecuencia. Las antenas pasivas se utilizan comúnmente en diversas aplicaciones donde la intensidad de la señal es suficiente sin necesidad de amplificación.
Una antena puede ser pasiva o activa. Una antena pasiva funciona sin amplificador, confiando únicamente en su diseño y características físicas para recibir o transmitir señales. Por el contrario, una antena activa incluye un amplificador que amplifica la señal recibida, haciéndola más fuerte y potencialmente ampliando el rango de recepción.
Las características de una antena incluyen su rango de frecuencia (el rango de frecuencias que puede transmitir o recibir efectivamente), ganancia (una medida de cuán efectivamente dirige o recibe ondas de radio), polarización (la orientación de las ondas electromagnéticas que transmite o recibe) y patrón de radiación (la forma del área donde efectivamente transmite o recibe señales). Estas características determinan qué tan bien se desempeña una antena en diferentes entornos y aplicaciones.
Una antena de TV pasiva es una antena que recibe señales de televisión por aire sin ninguna amplificación interna. Se basa en su diseño y ubicación física para capturar señales de televisión desde torres de transmisión. Las antenas de TV pasivas se utilizan normalmente en áreas donde la intensidad de la señal de las emisoras locales es lo suficientemente fuerte como para que no sea necesaria una amplificación adicional.