El propósito de WPA3 (Wi-Fi Protected Access 3) es mejorar la seguridad de las redes inalámbricas, abordando las vulnerabilidades y debilidades encontradas en su predecesor, WPA2. WPA3 tiene como objetivo proporcionar un cifrado más sólido, mecanismos de autenticación más sólidos y una protección mejorada contra ataques de fuerza bruta y otras amenazas de seguridad que comúnmente apuntan a las redes Wi-Fi.
WPA3 se utiliza para proteger las conexiones Wi-Fi mediante la implementación de protocolos de cifrado más potentes, como el paquete de cifrado de 192 bits, que ofrece una mayor protección contra el acceso no autorizado y la interceptación de datos transmitidos a través de redes Wi-Fi. También presenta la autenticación simultánea de iguales (SAE), un protocolo que reemplaza el método de clave precompartida (PSK) utilizado en WPA2, fortaleciendo aún más la seguridad.
Si realmente necesita WPA3 depende de sus requisitos de seguridad específicos y de los dispositivos e infraestructura que utilice. Si prioriza las funciones de seguridad mejoradas y la protección contra las ciberamenazas modernas, la actualización a WPA3 puede brindar importantes beneficios. Sin embargo, si sus dispositivos e infraestructura de red actuales no son compatibles con WPA3, o si no maneja datos confidenciales a través de Wi-Fi, WPA2 aún podría ser suficiente.
Elegir entre WPA2, WPA3 o usar WPA3 sólo depende de varios factores. WPA3 ofrece funciones de seguridad más sólidas y debería ser el preferido si todos sus dispositivos e infraestructura Wi-Fi lo admiten. Sin embargo, si algunos de sus dispositivos no son compatibles con WPA3, puede considerar usar un modo mixto donde coexistan WPA2 y WPA3 (modo de transición WPA2/WPA3). Esto permite que los dispositivos más nuevos utilicen WPA3, mientras que los dispositivos más antiguos aún pueden conectarse mediante WPA2, manteniendo la compatibilidad sin comprometer significativamente la seguridad.