Los beneficios de adoptar NAS incluyen administración de almacenamiento centralizada, acceso y uso compartido de datos simplificados a través de una red, protección de datos mejorada a través de funciones integradas de redundancia y respaldo, y escalabilidad para adaptarse a las crecientes necesidades de almacenamiento sin cambios significativos en la infraestructura. NAS también ofrece rentabilidad al aprovechar la infraestructura de red existente y reducir la necesidad de múltiples dispositivos de almacenamiento repartidos en diferentes ubicaciones.
El objetivo principal de NAS es proporcionar capacidades convenientes y eficientes de almacenamiento e intercambio de datos a nivel de archivos a través de una red. Sirve como una solución de almacenamiento dedicada que permite que múltiples usuarios o dispositivos accedan y administren archivos desde una ubicación centralizada sin necesidad de conexión directa a un servidor o computadoras individuales.
NAS tiene varias ventajas sobre SAN (red de área de almacenamiento), incluida la facilidad de implementación y administración, ya que normalmente opera sobre redes Ethernet existentes sin la necesidad de hardware especializado como conmutadores Fibre Channel. NAS es más flexible al admitir varios protocolos de archivos y puede integrarse perfectamente con las infraestructuras de TI existentes, lo que facilita su implementación y mantenimiento para organizaciones de diferentes tamaños y niveles de experiencia en TI. Además, NAS tiende a ser más rentable para implementaciones pequeñas y medianas en comparación con SAN, que a menudo requiere hardware y configuración más complejos y costosos.