La migración y adopción de la nube se refieren a los procesos y estrategias involucrados en la transición de los datos, aplicaciones y servicios de una organización desde la infraestructura local a entornos basados en la nube. La migración a la nube abarca el movimiento de cargas de trabajo, aplicaciones y datos a plataformas en la nube como AWS, Google Cloud o Microsoft Azure para aprovechar beneficios como escalabilidad, flexibilidad y rentabilidad. Implica evaluar la infraestructura de TI actual, planificar la estrategia de migración, ejecutar el proceso de migración y garantizar la continuidad operativa durante y después de la migración.
La migración a la nube se refiere específicamente al proceso de mover datos, aplicaciones y otros elementos comerciales desde servidores o centros de datos locales a la infraestructura de la nube. Este proceso normalmente implica evaluar el entorno de TI actual, seleccionar proveedores y servicios de nube adecuados, preparar aplicaciones para la migración, ejecutar el plan de migración y validar la transferencia exitosa de datos y funcionalidad a la nube. La migración a la nube tiene como objetivo optimizar la utilización de recursos, mejorar la escalabilidad y reducir los costos operativos aprovechando las capacidades de computación en la nube.
La adopción en la computación en la nube se refiere al proceso o decisión de integrar tecnologías y servicios en la nube en la infraestructura de TI y las prácticas operativas de una organización. La adopción de la nube implica adoptar soluciones basadas en la nube para alojar aplicaciones, almacenar datos, administrar cargas de trabajo y brindar servicios a través de Internet. Implica evaluar los beneficios de la computación en la nube, alinear las soluciones en la nube con los objetivos comerciales, implementar servicios basados en la nube y adaptar los procesos organizacionales para aprovechar las capacidades de la nube de manera efectiva. La adopción de la nube permite a las organizaciones mejorar la agilidad, mejorar la colaboración e innovar más rápido aprovechando los recursos de la nube escalables y flexibles.
Las cuatro fases de la migración a la nube suelen incluir:
- Evaluación y planificación: esta fase implica evaluar la infraestructura de TI actual, identificar las cargas de trabajo adecuadas para la migración y definir la estrategia de migración en función de los objetivos comerciales, los requisitos técnicos y las consideraciones de costos.
- Preparación para la migración: en esta fase, las organizaciones preparan aplicaciones y datos para la migración abordando problemas de compatibilidad, optimizando el rendimiento y garantizando la integridad de los datos. Esto puede implicar refactorizar aplicaciones, configurar herramientas de migración y establecer procesos de prueba y validación.
- Ejecución de la migración: la migración real de cargas de trabajo, aplicaciones y datos ocurre en esta fase. Las organizaciones implementan herramientas o servicios de migración para transferir datos al entorno de la nube mientras minimizan el tiempo de inactividad y garantizan la coherencia de los datos. Esta fase implica monitorear el proceso de migración, solucionar problemas y validar la transferencia exitosa de cargas de trabajo.
- Optimización posterior a la migración: después de completar la migración, las organizaciones optimizan los recursos de la nube, revisan las métricas de rendimiento y perfeccionan las configuraciones para maximizar la eficiencia y cumplir con las expectativas de rendimiento. Esta fase también incluye capacitar al personal sobre tecnologías de la nube, implementar medidas de seguridad y establecer marcos de gobernanza para gestionar los entornos de la nube de manera efectiva.