DNS, o Sistema de Nombres de Dominio, sirve como guía telefónica de Internet y traduce los nombres de dominio en direcciones IP que las computadoras utilizan para identificarse entre sí. Opera a través de un sistema de base de datos distribuido, organizado jerárquicamente, con servidores DNS en todo el mundo. Estos servidores almacenan registros de nombres de dominio y responden a consultas de dispositivos cliente, lo que facilita una comunicación eficiente por Internet.
Los dominios de búsqueda de DNS mejoran la resolución de DNS al agregar sufijos de dominio a nombres incompletos en las consultas. Este proceso permite a los dispositivos localizar recursos utilizando nombres abreviados. Los dominios de búsqueda se configuran en los dispositivos cliente o en la configuración de red, lo que garantiza una resolución eficiente de los nombres de dominio dentro de alcances de red específicos.
La gestión de DNS implica supervisar las configuraciones de nombres de dominio, incluido el registro, la modificación y la eliminación. Incluye tareas como actualizar registros DNS, administrar servidores de nombres y garantizar la disponibilidad y precisión de los nombres de dominio. Las plataformas de administración de DNS brindan herramientas para que los administradores controlen y optimicen la configuración de sus nombres de dominio de manera efectiva.
El controlador de dominio DNS integra los servicios DNS con Active Directory (AD) para administrar la autenticación y el acceso a recursos dentro de las redes de Windows. Garantiza que los servicios AD registren y resuelvan registros DNS relacionados con el dominio, lo que permite una interacción perfecta entre dispositivos y servicios unidos al dominio, como la autenticación de usuarios y la aplicación de políticas.
La entidad que controla el DNS de un dominio varía según el registro del dominio. Normalmente, los propietarios o administradores de dominios administran la configuración de DNS a través de registradores de dominios o proveedores de alojamiento. Configuran servidores de nombres y registros DNS, garantizando la accesibilidad y funcionalidad del dominio en Internet. El control de DNS les permite dirigir el tráfico, administrar servicios de correo electrónico y mantener la seguridad y el rendimiento generales del dominio.