Las CDN (redes de entrega de contenidos) se pueden clasificar en términos generales en dos tipos: CDN públicas y CDN privadas. Las CDN públicas son operadas por proveedores externos y son accesibles para múltiples usuarios u organizaciones. Por lo general, ofrecen servicios de pago por uso y se utilizan ampliamente para entregar contenido web, transmisión de medios y otros servicios en línea a nivel mundial.
La principal diferencia entre las CDN públicas y las privadas reside en su propiedad y accesibilidad. Las CDN públicas son administradas por proveedores externos y compartidas entre múltiples usuarios, lo que ofrece escalabilidad y rentabilidad para distribuir contenido en todo el mundo. Por el contrario, las organizaciones crean y administran internamente las CDN privadas para satisfacer exclusivamente sus propias necesidades de entrega de contenido. Proporcionan un mayor control sobre la seguridad, el rendimiento y la personalización, pero requieren una mayor inversión inicial y mantenimiento.
Un ejemplo de CDN es Cloudflare, que opera una red global de servidores diseñados para optimizar la entrega de contenido y aplicaciones web. Al almacenar en caché el contenido más cerca de los usuarios finales, las CDN como Cloudflare mejoran el rendimiento del sitio web, reducen la latencia y mejoran la experiencia general del usuario, especialmente para audiencias geográficamente dispersas.
La categoría CDN se refiere a la clasificación de las CDN según su propósito y oferta de servicios. Incluye categorías como entrega de contenido web, entrega de transmisión de video, distribución de software y servicios de seguridad en la nube. Cada categoría se especializa en optimizar la entrega de tipos específicos de contenido o servicios digitales a través de Internet, diseñados para cumplir con diferentes requisitos de rendimiento, escalabilidad y seguridad.
Las CDN en redes se refieren a redes especializadas de servidores distribuidos estratégicamente en varias ubicaciones geográficas. Estos servidores trabajan juntos para entregar contenido, aplicaciones y otros activos digitales de manera eficiente a los usuarios finales en función de su ubicación y condiciones de red. Las CDN ayudan a reducir la latencia, mejorar los tiempos de carga y optimizar el uso del ancho de banda al almacenar en caché el contenido más cerca de los usuarios y enrutar dinámicamente el tráfico al servidor más cercano capaz de entregar el contenido solicitado de manera rápida y confiable.