Las técnicas de QoS abarcan varios métodos utilizados para priorizar y gestionar el tráfico de red para garantizar un rendimiento confiable para aplicaciones críticas. Una técnica clave es la clasificación del tráfico, que clasifica los paquetes según criterios como direcciones IP de origen/destino, protocolos o tipos de aplicaciones. Esto permite que los dispositivos de red distingan entre diferentes tipos de tráfico y apliquen políticas de QoS adecuadas.
Para lograr QoS, las organizaciones emplean varias técnicas destinadas a optimizar el rendimiento de la red y garantizar una prestación de servicios consistente para aplicaciones críticas. La priorización del tráfico es crucial, asignando mayor prioridad al tráfico urgente, como VoIP o videoconferencias, para minimizar la latencia y garantizar un funcionamiento sin problemas. Traffic Shaping regula el flujo de tráfico almacenando en búfer y programando paquetes según políticas predefinidas, evitando la congestión y manteniendo velocidades de datos consistentes en toda la red.
La técnica de Calidad de Servicio (QoS) se refiere al conjunto de principios y prácticas utilizados para gestionar y priorizar el tráfico de la red de acuerdo con requisitos de rendimiento específicos. Esto implica implementar mecanismos como clasificación del tráfico, priorización y asignación de recursos para cumplir con los acuerdos de nivel de servicio (SLA) y mejorar la experiencia del usuario para aplicaciones de misión crítica.
Los mecanismos de QoS abarcan los marcos operativos y las herramientas implementadas para hacer cumplir las políticas de QoS en las infraestructuras de red. Los mecanismos clave incluyen la clasificación y el marcado del tráfico, que identifica y etiqueta los paquetes para priorizarlos en función de sus características. Las técnicas de gestión de la congestión, como los algoritmos de colas (por ejemplo, colas justas ponderadas), priorizan el tráfico durante los períodos de congestión de la red, mientras que los mecanismos para evitar la congestión (por ejemplo, la detección temprana aleatoria) gestionan proactivamente el tráfico para evitar la congestión antes de que ocurra. Estos mecanismos en conjunto garantizan una utilización eficiente de los recursos y un rendimiento consistente para diversos tipos de tráfico en las redes empresariales.