El enrutamiento en MPLS (Conmutación de etiquetas multiprotocolo) implica el uso de etiquetas para reenviar paquetes a través de una red en función de rutas predeterminadas en lugar de examinar el encabezado IP de cada paquete individualmente en cada enrutador. Así es como funciona el enrutamiento en MPLS: Los enrutadores MPLS asignan etiquetas a los paquetes en el enrutador de entrada según las decisiones de reenvío tomadas por los protocolos de enrutamiento tradicionales como OSPF o BGP. Estas etiquetas representan rutas predeterminadas o «rutas conmutadas por etiquetas» (LSP) a través de la red MPLS. Los enrutadores intermedios dentro del dominio MPLS cambian los paquetes según estas etiquetas en lugar de buscar direcciones IP de destino. Este intercambio de etiquetas permite un reenvío de paquetes más rápido y un uso más eficiente de los recursos de la red, ya que los enrutadores MPLS solo necesitan examinar la etiqueta para determinar el siguiente salto a lo largo del LSP.
El enrutamiento, en general, se refiere al proceso de determinar la mejor ruta o camino para que los paquetes de datos viajen desde su origen hasta su destino a través de una red. Los protocolos de enrutamiento tradicionales como OSPF y BGP utilizan tablas de enrutamiento para calcular y mantener las mejores rutas en función de métricas como el recuento de saltos, el ancho de banda o las preferencias administrativas. Los enrutadores intercambian información de enrutamiento para actualizar sus tablas de enrutamiento y tomar decisiones de reenvío basadas en las direcciones IP de destino contenidas en los encabezados de los paquetes. Los protocolos de enrutamiento garantizan una entrega eficiente de paquetes ajustando dinámicamente las rutas en respuesta a cambios o fallas de la red, optimizando el rendimiento y la confiabilidad de la red.
La principal diferencia entre el enrutamiento y MPLS radica en sus enfoques para reenviar paquetes a través de redes. Los protocolos de enrutamiento como OSPF y BGP determinan las rutas en función de las direcciones IP de destino y las métricas asociadas, tomando decisiones de reenvío dinámicamente a medida que los paquetes atraviesan la red. Por el contrario, MPLS utiliza etiquetas asignadas a los paquetes en el ingreso a la red para establecer rutas predeterminadas o LSP a través del dominio MPLS. Los enrutadores MPLS conmutan paquetes según estas etiquetas, lo que reduce la necesidad de realizar búsquedas repetidas de encabezados IP y permite un reenvío de paquetes más rápido y predecible. MPLS combina enrutamiento con conmutación de etiquetas para mejorar el rendimiento de la red, la escalabilidad y las capacidades de calidad de servicio (QoS).
El enrutamiento del tráfico implica dirigir paquetes de datos desde su origen a su destino a través de una red basada en rutas predeterminadas establecidas por protocolos de enrutamiento. En el enrutamiento IP tradicional, los enrutadores examinan los encabezados de los paquetes para determinar el siguiente salto a lo largo de la ruta óptima hacia la dirección IP de destino. Los protocolos de enrutamiento como OSPF y BGP calculan y actualizan dinámicamente estas rutas en función de las condiciones de la red, lo que garantiza una entrega eficiente de paquetes y tolerancia a fallas. El enrutamiento del tráfico optimiza los recursos de la red al distribuir el tráfico entre las rutas disponibles, mantener los requisitos de calidad de servicio (QoS) y adaptarse a los cambios en la topología de la red o los patrones de tráfico en tiempo real.